¿QUÉ HA CAMBIADO?.
Cristóbal Arteta Ripoll
En 1987 escribí el siguiente artículo, publicado en mi libro Páginas universitarias. Treinta y seis (36) años después, me parece interesante publicarlo en este momento, porque se avecina un debate interesante sobre la reforma a la Ley 30 de 1992 “por medio de la cual se regula todo lo que tiene que ver con la Educación superior colombiana”. Y si bien es cierto que el debate abordará lo general, lo particular y lo singular, ese juego de ideas servirá para aportar razones en una u otra dirección. Cada ponente o expositor tendrá que ilustrar su perspectiva desde su propio mundo universitario.
Por las razones anteriores, reeditaré muchas de las páginas escritas en ese libro, bajo mi máxima: recordar es vivir, vivir es pensar, pensar es actuar y actuar es cambiar para transformar.
—————————————————————
CRISIS Y PERSPECTIVAS DE UNIATLÁNTICO
Octubre 3 de 1987
La organización sindical de los profesores Universitarios -ASPU- organizó para los días 1 y 2 de octubre del presente año, un foro sobre la «Crisis y Perspectivas de Uniatlántico».
Para el lector desprevenido, o, para quienes poco se interesan por las cuestiones universitarias, es posible que una discusión de esa naturaleza le parezca novedosa aunque intrascendente. Pero para el hombre verdaderamente universitario, o para aquel que sin serlo se siente poderosamente atraído por la problemática educativa, el interés trasciende los marcos de la simple polémica y se centra en los resultados y en sus realizaciones prácticas. Sin embargo, suele ocurrir que un sinnúmero apreciable de quienes han sentido con más incidencia la galopante crisis que afecta a la institución, manifiesten un grado considerable de escepticismo por la larga cadena de reflexiones que año tras año se han venido realizando, sin que hasta el momento ellas hayan desembocado en un marco de soluciones efectivas y de superación a la problemática.
Lo cierto es que Uniatlántico está sobre-diagnosticada. Tanto, que es muy difícil hacer o encontrar una reflexión original y novedosa que signifique una manera diferente de abordar la crisis y de desatar soluciones de cambio, no señaladas o previstas en el análisis. Mas ello, no descalifica al Foro, pues el debate de las ideas es siempre un ejercicio saludable para la inteligencia y, además, permite mantener vivas las ilusiones y esperanzas de quienes añoramos, o más bien, soñamos con una universidad diferente al servicio de la ciencia como creación y de la cultura como espacio vital de la mente humana.
Una Universidad que se convierta en foro permanente sobre las más disímiles concepciones de la política, la sociedad, el pensamiento y la ciencia. Que establezca canales de la más amplia y democrática participación estamentaria en todas las decisiones de significación e importancia en la vida institucional. Con un cuerpo directivo altamente calificado, fruto del consenso democrático de estudiantes y profesores y con capacidad de vincularse real y efectivamente a las políticas de desarrollo nacional y regional. Pero, igualmente, con posibilidades de transformarse en verdadera escuela forjadora y formadora de cuadros para la dirección de la economía y de la política colombiana.
Esa es la Universidad que necesitamos. Pero, ¿esto será posible con la crisis de dirección histórica que la golpea y la mantiene al borde del abismo?
Particularmente, no lo creo. Mientras la Universidad siga siendo dirigida por hombres sin escrúpulos y sin vocación universitaria, no encontrará el camino que la conduzca serena y segura a una solución sin límites. Ni siquiera la superación de sus más graves problemas económicos y una sana y conveniente apropiación presupuestal, podrán restituirle su histórica razón de ser y ubicarla en la perspectiva de jugar el papel que le corresponde dentro de la estructura productiva y sociopolítica del país.
Nadie ignora que la penuria financiera configura un cuadro de dificultades que incide negativamente en el desarrollo de líneas de acción hacia la superación de la problemática. Pero también es cierto que la crisis de dirección, por la magnitud que ella ha adquirido, se convierte en la actualidad en la piedra de toque que estructura todo el andamiaje crítico institucional.
Definitivamente, debemos convencemos: hay que propugnar, si queremos salvar a Uniatlántico, por una verdadera dirección universitaria que sea ajena al clientelismo en sus diferentes variantes y manifestaciones, divorciada de la politiquería y de la corrupción administrativa; con una alta dosis de inteligencia y de creatividad que le permita generar credibilidad externa e internamente; con una concepción universitaria, fundada en la más amplia democracia; con un alto sentido de la crítica, como ejercicio conceptual hacia la búsqueda incesante de la superación y un considerable grado de responsabilidad y amor a la verdad en el manejo de la academia, la cultura y la investigación científica. No hay otra manera de aglutinar voluntades para desarrollar positivamente el programa de optimización académica, de mejoramiento cualitativo de los diferentes niveles de la administración y de saneamiento del endémico presupuesto universitario, que deben ser los propósitos centrales de la nueva y diferente concepción universitaria.
He ahí el nudo gordiano que es preciso soltar. Pero para ello, necesitamos un movimiento de ideas que supere las contradicciones universitarias y que prenda en las conciencias ciudadanas para ganar la solidaridad de los hombres de bien de la política, de la prensa, de la radio, de la empresa privada y de todas aquellas instituciones que se interesen por la Universidad, como el ideal científico, académico y cultural al servicio de Barranquilla, la Costa y la Nación.
Preparar un nuevo foro con la alta jerarquía política departamental, los candidatos a la gobernación del departamento y de la alcaldía de Barranquilla, los directores de la prensa hablada y escrita y los más calificados representantes del pensamiento universitario local es una tarea difícil de concretar, pero necesaria, significativa e impostergable. Tensionemos, pues, todas nuestras fuerzas y energías intelectuales para hacerla realidad. La dirección de ASPU tiene la palabra.
Coletilla:
Todo cambia, nada permanece. ¿Qué ha cambiado en la UA, para bien o para mal?. Exprese sus opiniones en comentarios. O si prefiere elabore su propia reflexión y por este espacio la publicamos. Lo que queremos es contribuir desde ya al debate que se avecina.
Directivos, docentes, estudiantes y trabajadores, su opinión sobre la actualidad y futuro de la Universidad es importante. Recordemos que la libertad de pensamiento es el fundamento de la libertad de expresión y ambas constituyen la piedra angular de la autonomía.
Barranquilla, 14 de agosto de 2023.
En primera instancia nos dicen qué tradicionalmente a la filosofía se le ha conceptualizado que es el «amor a la sabiduría». Pero de ser solo el amor a esta no se llegaría a el conocimiento máximo, es decir, de estar solo basado en tener amor por la ciencia, podría yo responder todas las preguntas que un estudiante me haría con respecto a lo que la filosofía es? No podría hacerlo sin haber profundizado, ya que mi respuesta sería igual de vacía e inexacta como «la filosofía es el que a la sabiduría». En el libro nos dan un concepto bastante interesante, este es. “la filosofía es trascendencia y búsqueda incesante sobre el ser para alcanzar las causas últimas que lo comprenden y explican”.
Este libro nos habla de muchísimos otros aspectos y cada uno más interesante y muy bien estructurado que el anterior, pero el concepto es algo llamativo y muy fundamental en el capítulo, este romper el tradicionalismo de un concepto un poco incompleto para darle uno distinto y más acorde a lo que la ciencia aborda.
Lamentablemente, si bien el contexto histórico es otro, y las condiciones institucionales han variado, hay componentes estructurales que permanecen y que amenazan la estabilidad institucional . Y aquí no cabe la reflexión “ quien no conoce la historia está condenada a repetirla”… ya la conocemos .. Gracias amigo por estar ahí contribuyendo a darle vida al pensamiento humanistamente libertario . Un abrazo
Excelente. Como si fuera hoy, pero con ASPU desdibujado y poca trascendencia.
En este país el tiempo no pasa . Estamos anclados en el pasado.
Cristo, si estuvo bien para que se sepa que todo sigue igual en esencia y buscar abrir un debate que ya convocaste. Pero me parece que debes tirar tu la primera piedra con el artículo que ya tienes listo sobre la realidad real de la UA hoy. Tiralo y yo te sigo. Si no lo públicas no existe
LOS ANTERIORES COMENTARIOS HAN SIDO RECIBIDOS VIA WASHAP
El primer capítulo nos habla sobre la utilidad de la ética filosófica, donde expresa el amor a la sabiduría que ha venido desde los ultimo tiempo de la filosofía, nos explica que todo lo que que ama es filósofo, amar a la sabiduría ya sea de manera bella, estética y llamativa .
Me pareció interesante este primer capítulo porque nos trasmite a través del pensador Dussel el cómo saber pensar de tal manera que podemos confirmar y el actuar atreves del poder de la ética que es más grande que la economía y la política.
para empezar podemos observar la amplía relación de la ética con la filosofía, podemos destacar que el que ama algo es filosofía, segun el autor expresa atraves del filósofo Hegel y Marx que la filosofía es hija de su tiempo e incide de manera considerable sobre los momentos historicos pero de manera permanente, también nos relata atraves del autor Arent como detener la guerra la cual no se detiene con arma si no con la posibilidad del concenso y el poder.